Como os conté, con el mal rato de la tienda empecé a notar contracciones de braxton hicks, pensé que era por los gritos de la loca de la tienda, llegó un momento en que pensé que saldría de detrás del mostrador a pegarme...así que imaginad qué momento mas tenso, pensé que se me pasarían en cuanto saliera de allí.
En fin..., vamos a lo importante...
Me acosté a las 00:00 tan tranquila.
- A las 03:00 medio desperté al notar que me salía un poco de líquido, pensé que me hacía pis, al incorporarme... ¡hala! plaff, charco en el suelo, apretando las piernas me fui al baño y allí sentada en el wc siguió saliendo, un ratito... me limpiaba y otro chorrillo, así varias veces... me hacía gracia y entendí perfectamente eso de "romper la fuente".
Le dije a mi marido:
- niño, ya. Y me dice:
- ya que. Y yo:
- que ya viene.
- ¿Quién?
- Hijo!! que he roto aguas, ve levantándote que nos vamos al hospital.
El pobre estaba súper dormido.
El líquido era claro y sin mal olor, así que me fui a duchar, cuando iba a secarme... otra vez un chorrillo, me lavé de nuevo y otra vez, ¿pero cuanto líquido hay?. Cuando pensé que se había acabado me puse la ropa interior y... me la tuve que cambiar, ¡tres veces! opté por ser rápida y ponerme una compresa y un vestido....
Mi marido por fin salió de la cama, se puso nervioso a dar vueltas y pisó el charco de al lado de la cama y resbaló, ¡toma ya! a mí me dio por reír.
Me puse a fregar charquitos, pasé la mopa, recogí un poco la casa y ya que salía a la calle aproveché para sacar la basura de plástico e ir al contenedor correspondiente que está al otro lado de la calle (a todo esto, yo no tenía dolores).
- 04:00 llegamos al hospital y me atendieron al instante.
- 4,30 me pusieron las correas y a las 5,30 me pasaron a consulta, estaba con contracciones suaves e irregulares, muy soportables haciendo las respiraciones del curso preparto.
Ya en consulta me hicieron la última eco y mi primer tacto que no dolió.
Me explicaron que me iban a provocar el parto con oxitocina debido a la forma de mi útero y el considerable riesgo por la pérdida de líquido, me recomendaron epidural porque podía ser largo y doloroso, les entregué mi plan de parto y me ingresaron en planta en una habitación individual. Siempre acompañada de mi marido.
- En la habitación en planta las contracciones eran mas seguidas, seguí con las respiraciones y he de admitir que se me hicieron soportables, me imaginaba la contracción como subir una cuesta, iba subiendo (respirando) pasito a pasito, dibujando mentalmente la cuesta en la pared, al llegar arriba era lo mas doloroso, unos segundos, pero el pensar que después de eso cada vez iba a menos me animaba mucho. Cuanto me alegro de haber aprendido ese truquillo y estar tan relajada. El dolor era como de regla.
- 9 de la mañana, me duché y me puse ese camisón tan "sexy".
- 9:15 Sala de partos, entré con mi marido.
Conocí a una asistente de matrona muy simpática, me informó de todo, me preguntó dudas y fue encantadora, muy profesional y cercana, me puso las correas y la oxitocina en vena para la inducción.
Avisando a la familia |
- 10:00 Las contracciones fueron a más, yo seguía aguantando bien, aunque sabía que la cosa no había hecho mas que empezar, nos dedicamos a hacernos fotos entre contracción y contracción.
Paula (la matrona en prácticas, o asistente de matrona), me dijo que su turno acaba a las 15h y no se me ocurrió otra cosa que decirle "dale caña al gotero sin miedo, a ver si nace en tu turno".
- 11:00 h me insistieron para que me pusiera la epidural por si iba para largo, curiosamente no me dieron a firmar nada... pero accedí a ponérmela por el miedo que me metió la matrona mayor.
Yo ya estaba de 4cm. . Ya no me dejaron moverme, estuve monitorizada, con el aparato de toma automática de la tensíón, la pinza en el dedo para controlar mi ritmo cardíaco y los sueros.
- Epidural: Fue lo peor, la anestesista venga insistir y no atinaba, me dijo que tenía la espalda muy castigada y de persona mayor, yo retorcida, aguantando las contracciones, sin poder hacer mis respiraciones, y así casi 1 hora, en la segunda punción sentí muchísimo dolor en la espalda y un crujir por dentro, la anestesista tuvo que cambiar el "servicio" (así lo llamó ella) , la matrona me vio con las lágrimas saltadas y la cara contraída, me dijo que si era una contracción y le dije que no, que me dolía la punción muchísimo, mas que las contracciones, que prefería que no me pusieran la epidural, la anestesista ofendida dijo que no era posible que me doliera, que sería presión, que la epidural NO DUELE, pero la matrona señaló el monitor y le dijo, "mira las contracciones que tiene tan fuertes y no se ha quejado"....
La anestesista me dijo que las primerizas siempre igual, que no la queremos y luego la llamamos a gritos y que ese día había mucho jaleo, que aguantara un poquito que sino después ya no me la podría poner...
Yo obediente accedí. Las siguientes punciones dolían pero no tanto como la segunda... a la sexta vez atinó con ayuda de una traumatóloga, que vino a la llamada de la matrona para "ayudar", por fin le dijo; "ahí, pincha ahí" y acabó el tormento, en ese instante pitó el aparatito que controlaba las pulsaciones del bebé, había sufrimiento fetal, me tumbé de lado hasta que su latido volvió un poco a la normalidad y dejaron entrar a mi marido.
- 12:15 h, la epidural no parecía funcionar porque cada vez las contracciones me dolían mas y eran muy seguidas, casi no me daba tiempo a descansar entre una y otra, y era agotador.
Entre contracciones me hizo un tacto fugaz (una maravilla haciendo tactos de delicada que era) y me dijo sorprendida ¡estás de 9! la epidural no llegaría a hacer efecto a tiempo, así que me la cortó al igual que la oxitocina y empezamos a practicar pujos en cada contracción, era lo que me pedía el cuerpo y Paula me dijo que lo escuchara.
Se sienten unas ganas terribles de ir al baño, mucha presión, vaya... ganas de pujar. (Dolía y a mí me parecía imposible que por ahí saliera un bebé).
Pero en nada ya estaba de 10cm y la matrona se puso a dirigirme los empujones.
Aprovechando la contracción, tomando aire hasta llenar el pecho y después pujar con fuerza, agarrada a los asideros del potro, con la boca bien cerrada para no perder aire y usarlo todo en los pujos. No estaba mal para ser la primera vez.
Segundo intento, se me escapó un suspiro (y es que duele , ¿eh?), esta vez no hicimos progresos, pero aprovechó para cologarle un poco mejor la cabecita que se le había girado...
Tercer intento, dos buenos empujones en la misma contracción, ¡ya estaba casi! lo notaba y llamaron al papá para que viera el pelito del bebé, nuestro bebé. Recuerdo que un instante pensé que era terriblemente doloroso, que no iba a poder, pero fue salir la cabecita y sentir algo de alivio. En esta contracción me hicieron la episiotomía, porque volvía a haber sufrimiento fetal y había que acelerar el proceso.
La matrona se me acercó al oído y me dijo, "si quieres... en la próxima sale del todo".
¿Que si quería? ya te digo! me lo tomé muy en serio, no quería estar así mucho rato, 2 empujones en la siguiente contracción, pero me quedé sin aire, sin embargo empujé y empujé, sin respiración, pero no podía parar, ya estaba, no iba a parar y si, ¡ahí estaba!.
12:30 Parí a mi bebé.
No parí tumbada, sino de lado y semi incorporada, la matrona me dejó probar posturas y vimos que con esa podía hacer mas fuerzas y el latido del bebé era mas estable.
Cuando salió de mí... le ví la cabecita, vi su cuerpecito resbalar rápidamente y no pude evitar echar los brazos hacia mi cosita y cogerlo antes de que sus pies salieran de mi interior. Lo alcé y lo primero que hice es mirar el sexo del bebé (ya estaba bien de intriga, ¿no?) y si, era MI NIÑO, lo sabía, siempre lo supe.
Fui yo la que anunció: es un niño, ¡¡es nuestro niño!!
Mi marido estaba emocionado y le dije que cortara el cordón, mientras yo miraba embobaba a mi pequeño y lo besaba cuando aún estaba unido a mí.
Fue muy rápido, me la pasé bromeando con la matrona todo el rato. Una experiencia maravillosa, apenas me dio tiempo a sufrir, (excepto por la epidural...).
Lo complicado vino después... a la placenta le costó salir y la sacaron de forma manual, aunque ayudé empujado, pero ya sin contracciones, tuvo que venir la ginecóloga a ayudar, se me echó encima de la barriga y apretaba con el codo, y a la media hora... salió mi placenta, tanto costó que no se me ocurrió otra cosa que decir que me la enseñaran.
- ¡Qué fea es la condenada!- es lo que dije.
Y mirando a mi marido:
- Niño, que nos la guarden para el perro ( si, una vez no hay dolor yo volvía al cachondeo). Iba hasta las cejas de oxitocina.
La matrona y la ginecóloga se meaban de la risa.
Sorprendida del parto, mucho mas sencillo y veloz de lo que esperaba, doler duele, para qué mentir, pero nunca imaginé que iba a aguantar tan bien las contracciones y que me iba incluso a divertir (a ratos).
Realmente contracciones chungas no tuve mas de 2 horas y lo mas doloroso que es el expulsivo no llegó a 15 minutos. Por suerte el peque venía muy colocadito, dilaté rapidísimo y bueno, no me libré de la episiotomía, 6 puntitos y 40 puntos internos del desgarro que me hicieron al tener que sacarme a la fuerza la placenta.
FELICIDAD |
Midió 48cm.
Sin duda quiero repetir experiencia, pero primero a disfrutar de nuestro primer hijo.
Nunca he sido mas feliz en mi vida y eso que ya era una persona realmente feliz.
(Lo chungo vino después, el motivo por el que no he podido dar noticias antes...eso lo dejo para otro día).