Contacto: speechless-blog@hotmail.es

23 de diciembre de 2017

16 semanas embarazo gemelar, emociones

He pasado mucho tiempo de retiro, lo necesitaba, estar a solas conmigo misma y mis sentimientos.
Ha sido un boom de emociones, una auténtica montaña rusa.
La búsqueda, la infertilidad, los embarazos, la felicidad y el miedo de la mano, los abortos y el dolor del vacío, de la derrota, volver a ser fuerte, búsqueda y más búsqueda, encuentros y desencuentros, pruebas, diagnósticos fatales, tratamientos y vuelta a empezar un camino sin fin. Conseguir y perder.
He estado apática, cabreada, suceptible.
Me he sentifodo triste, dolida, incomprendida y decepcionada.
He tenido que apartarme de gente a la que quiero para no salpicarles cuando he sentido que ya no podía más y podía herir a quien menos lo merecía.
Otros me han hecho mucho daño también.

Pero igual que sucede siempre, vuelvo a ser fuerte.
Mi hijo y mis bebés me hacen fuerte y feliz.
Pirata ha resultado una gran personita, es un niño tan noble, tan bueno, pese a tener un carácter fuerte, de hecho, me encanta esa fuerza arrolladora y esa integridad suya, porque es respetuso y amable. Sé que no soy imparcial en absoluto, pero es de las personas más dulces, graciosas y sinceras que conozco.
Respecto a mis bebés... el miedo a perderles ha hecho que aprenda a quererles más rápido, gracias a eso he establecido un vínculo intenso con ellos, les acaricio, hablo y estoy viviendo un embarazo muy emotivo. Cada noche escucho sus latidos, esa paz, esa VIDA, me es imposible contener la dicha. Intento disfrutar el presente, pero fantaseo con verles la carita.
Ya hemos dado la noticia y me encanta añadir: son dos!
Se me nota en la cara, en la voz, la ilusión, el sueño que vivo, pese al miedo a que acabe, si me toca vivir una pesadilla, creo que me merezco con más razón disfrutar ahora de lo bonito y transmitir eso a toda la gente que me quiere y ya les quiere.

Ya no tengo náuseas, sí he tenido más sustos y he tenido que extremar el reposo, pero llega un punto, que un miedo más ya casi no hace mella.
Se me nota la tripa y la luzco orgullosa, mi marido también está feliz de nuestra barriguita. Por si después  no tenemos oportunidad... ya les queremos hasta el infinito.

Me hacen ecos cada 2 semanas y controles casi todas las semanas, están casi igual de tamaño y un poco regordetes. Por ahora tienen espacio y se ven sanísimos, sin enredos de cordones y aunque la placenta se ha desplazado y están muy abajo, ésta funciona perfectamente.

Ya os pasaré más detalles del embarazo, síntomas, fotos de tripita y alguna eco.

Muchas gracias por tanto apoyo y compañía, cuando amistades muy cercanas físicamente me han fallado y dejado sola, vosotras, mis chicas bloggers nunca me habéis dejado sola.






Muchas gracias por tu visita. Si quieres compartir tus propias experiencias o tu punto de vista, anímate, este es tu espacio.

9 de noviembre de 2017

10 semanas embarazo gemelar

Resuelto el desprendimiento de placenta, ahora estoy en un paréntesis, aunque a veces si estoy mucho rato de pie por casa o algo un mínimo esfuerzo empiezo a manchar y vivo un poco con el susto soplándome la oreja.
De ánimo voy bien, yo diría que mejor que físicamente.

Mis síntomas
(Algunos son más por el exceso de progesterona y el reposo o al menos se ven incrementados por estos dos factores).

- Náuseas, a partir de medio día y empeorando. Me da vuelcos el estómago pero no logro vomitar, voy y paso el mal rato, pero nada. Esto me deja dolor de barriga y de garganta un buen rato.

- Inflamación abdominal desde debajo del pecho, esto es debido a la progesterona y el reposo, ya que ralentiza mucho el tránsito intestinal creando bolsas de gas, algo dolorosas y muy molestas.

- Mareos y hasta desmallos, evitables, puesto que llegan cuando van en aumento las náuseas y estoy en movimiento. Así que quietecita y mano de santo.

- Acidez, creo que los gases me han subido el estómago al gaznate, se me calman comiendo manzanas.

- Ascos a olores y ¡Ojo! Para que sea más emocionante cada día varían, un día es pescado, otro el fregasuelos, la pizza, ¡cada día es una aventura! Por suerte no son acumulables, sólo intercambiables.

- Dolor de pecho, bah, duele hasta rozar, pero al lado de lo demás me resulta insignificante.

- Antojos: tomate, manzana, agua muy fría, migas a todas horas, sopas y atún en lata en la tostada de tomate, pero hay que limitar consumo. Rechazo dulce y leche! Yo que era una chotilla de litro diario, tomo poca en el descafeinado y punto.
Al inicio me dio por comer pepinos frsesquitos con sal a mordiscos.
Como sin hambre porque es lo único que me calma un poco el revuelto de estómago y una especie de agujero negro que tengo dentro.

Por lo demás todo bien, unos días más desagradables que otros, pero soportable.
De Pirata tuve sueño, agujero negro con hambre y dolor de pecho, fue maravilloso!!!  Esta vez me tocó una experiencia totalmente distinta, pero con muchas ganas de aguantar lo que me echen por una semana más.

El lunes...11 semanas.

Añadir que uso cada noche el Angelsound y escucho al menos los latidos de uno, a veces de ambos y otras solapados como una carrera de caballos, es maravilloso.
Si olvido el peligro, me parece precioso llevar dos bebés a la vez en mi vientre, a veces ni me lo termino de creer.
Qué bonito si se quedaran...

Os quiere, mamá.

Muchas gracias por tu visita. Si quieres compartir tus propias experiencias o tu punto de vista, anímate, este es tu espacio.

26 de octubre de 2017

Desprendimiento de placenta

A todos mis miedos se me añadió un SUSTO extra, sí, otro. 
El 25/10 estaba haciendo reposo en el sofá, pero mi pequeño Pirata no lleva nada bien el cambio de vida radical, de vivir cada tarde una aventura y mucha actividad, a pasarlas con una madre en modo un-cojín-más.del-sofá. Así que jugando me dio dos porrazos, uno medio esquivado y otro de lleno, sentí su codo y el peso de su cuerpo que se me lanzó a toda velocidad, justo donde están los bebés, me doblé de dolor y el pobre se asustó. 
El drama fue cuando fui al baño y me encontré sangre por las piernas y al limpiarme coágulos, uno tan grande que pensé que eran los bebés. Cómo empecé a notar dolores punzantes y sangraba más que una regla me fui con el corazón hecho añicos al hospital. 
Sabía que este momento era más que probable que llegara, pero no estaba preparada y me dí cuenta que pese a saber que llegará y supuestamente si va a suceder mejor cuanto antes, no, de ninguna manera quería que sucediera, "NO ESTOY LISTA" y me di cuenta que nunca lo estaré, que no quiero que suceda ni ahora ni nunca y mi resignación anda por ahí perdida. 

Papá Pirata me dejó en urgencias y se tuvo que quedar con un Pirata que se subía por las paredes y pedía calle a gritos. Entré sola y por primera vez en toda esta historia, se me hizo un nudo en la garganta y me costaba hablar.

Mis gemelos y yo...
De pronto sentí que aquel dolor era demasiado real y temí como cualquier madre por la vida de sus hijos, por diminutos que sean aún, se ve que el hueco que debería ocupar mi resignación lo ha invadido un instinto maternal bestial, porque ya les siento, les sueño y les imagino conmigo. Me es imposible separar la razón del corazón. Tengo 3 hijos, dos están en peligro, y si alguien insinúa lo contrario...lo mismo le muerdo.
 Por eso aún no lo hemos contado y me hace sentir más segura y fuerte guardarlo en secreto, no quiero que nadie le quite importancia o intente evadirme de sentir lo que siento, no necesito consuelo, solo apoyo. Y como yo no se permanecer mucho tiempo triste, me lleno de fuerza y rabia. Defiendo mi derecho a sentirme como me siento, el dolor es real y les hace reales, les defiendo a ellos y me protejo, porque también, ahora soy vulnerable e impulsiva. Y tampoco quiero andar peleada con todo el mundo, me he convertido en LEONA.

Me atendieron rapidísimo, y el sangrado iba a menos y... ahí seguían mis dos bebés, hermosos y latiendo llenando de vida y de esperanza esa misma sala donde tantas veces he tenido que escuchar "no tiene latido, lo siento".

El hematoma retrocorial medía 8mm, muy pequeñito, sin embargo me encontraba ante una "amenaza de aborto". Otra más, lo mismo me la convalidan ¿no?.
Me pasaron a reposo absoluto, más progesterona (¿más? si), seguir con eutirox, yodo, ácido fólico y heparina.

Tuve mucho miedo, ya no son dos manchitas, ya tienen extremidades, se mueven y se aferran a la vida y yo, me aferro a ellos. 
Pequeños, creo que esta vez nos vamos a librar. Lo presiento.

Tengo que agradecer la cantidad de energía positiva, comprensión y apoyo incondicional de amigas y conocidas. He pasado de estar hundida a sentirme fuerte, asustada, pero peleona. Whatsapp, mails y montones de mensajes durante las largas horas de reposo. De alguna manera me habéis transmitido algo indescriptible, paz, cariño, luz en medio de tanta oscuridad. Gracias por pedir por mis peques, gracias por acompañarme. 


23 de octubre de 2017

Primera ecografía


Llegué puntual, tras una breve charla donde le explicaba mis miedos, ectópico, sin latido, embarazo de mellizos... me dijo que me pasara a la camilla con optimismo. Yo creía que en esos tres miedos embarcaba todo lo posible, me equivoqué.

Pocos segundos bastaron para que le cambiara la sonrisa, un giro rápido de pantalla que nos dejó helados y sin visión, cara seria, ¡se puso pálido!.
¿Qué pasa?
- Esperad, dejadme mirar primero a mí, tengo que comprobar algo -  acto seguido mandó a la enfermera a por otro ginecólogo más mayor.

En esos minutos se me pasó de todo por la cabeza, esa reacción de un ginecólogo no es normal, tiene que ser algo mucho más grave que un embrión sin vida, incluso pensé, ¿tiene dos cabezas?

- ¿Es ectópico? - me atreví a preguntar más por romper el insoportable silencio más que otra cosa.

- No, no, está en el útero y de hecho ya he visto uno con latido y todo.

Mi tercer temor...
- ¿Son mellizos?

Entonces llegó el otro doctor, mi marido con cara de susto, mi hijo dormido, yo con las piernas abiertas, asustada, vulnerable, expectante y dos doctores mirando una pantalla muy serios mientras hurgaban en mi interior.

No son mellizos (microsegundo de alivio) son gemelos y de los raros. Sólo entonces giró la pantalla y pudimos ver a nuestro chiquitines.

Son monocoriales monoamnióticos. Para que os hagáis una idea. Los de abajo a la derecha.



Nos hicieron un breve resumen de lo que eso significa en una mujer con un útero normal.
Es embarazo de alto riesgo, como cualquier embarazo gemelar, sólo que al compartir corion, placenta y amnios, el riesgo se triplica, sobre todo en este caso, es común un enredo entre cordones que resulta mortal para uno o ambos bebés.

También hay un riesgo llamado transfusión feto fetal donde un bebé recibe más de lo que necesita y el otro menos, uno muere por deficiencia y otro por sobrecarga.

Ya dedicaré un post entero a este tipo de gemelos que se da en un de cada 50.000 mujeres.

Aunque muy peligroso ya de por sí, éste no era el peor riesgo, sino un añadido a un riesgo mayor: están en un útero unicorne, no hay espacio, no hay futuro.

En este caso no existe la triste posibilidad de reducción embrionaria. En este caso no existe posibilidad alguna. Es una noticia espeluznante, porque una parte inconsciente de mí manifestaba amor incondicional y un instinto de protección animal hacia mis hijos, incluso una alegría contenida por su existencia. Pero no podía ser. 
Es muy duro ver a tus bebés en una pantalla, vivos, sanos, con latido, uno incluso se movía y tener que evitar alegrarte de que existan, contenerte para no quererlos porque se tienen que ir, tarde o temprano tu útero asesino acabará con dos de las personitas que desde ya, más quieres en el mundo.
Para mí y mi corazón, son mis hijos y no puedo sentirlos de manera distinta. Sólo las madres que piensen cómo sería perder un hijo, pueden entender lo que siento.

Un embarazo de este tipo en un útero como el mío, por estadística se da en 1 caso entre 5.000.000.
En ese instante la vida me pareció muy cruel y macabra. Quien me conoce sabe que para mí la maternidad es mi estilo de vida, mi mayor ilusión, mi mayor fuente de felicidad sin competencia. 

Siento que me han puesto la miel en los labios y resultó estar envenenada. Tras dos pérdidas seguidas me pareció hasta injusto, increíble tanta mala suerte junta y seguida, como si la vida me estuviera mandando un mensaje. "No porque luches lo vas a lograr a más lo intentes cosas peores y más extrañas te sucederán" y esta vez, he captado el mensaje. 
Desde pequeños nos mandan mensajes de que hay que luchar por lo que uno de sea, ser constante y al final lo logrará, pero no es así, a veces, tus sueños se rompen en mil pedazos y hay que aceptarlo.

Foto de internet
Ahora estoy en ese limbo, donde no puedo superar ni iniciar el duelo, como me dijo una amiga mexicana, no puedes enterrar al muerto hasta que esté muerto. 
Me toca sufrir y vivir en una agónica incertidumbre de cuando morirán mis hijos, si lo harán a la vez, si uno sobrevivirá, si si si...
No pude llorar ni puedo, tengo dos preciosos pequeñitos en mi interior y espero saber transmitirles cuánto les quiere su mamá, tengo que darme prisa para darles todo el amor de madre que les tenía reservado para toda su vida, concentrado, es de ellos y no quiero que se me quede dentro, porque realmente no sé de cuánto tiempo dispongo.