Ayer empezó el principio del fin. A pesar de haber vivido 4 abortos, cada uno ha sido de una forma.
- El primero al ser bioquímico ni me enteré, fue una regla molesta, cero expectativas respecto a un bebé, puesto que no dio tiempo.
- El segundo inició con una fuerte hemorragia de estas que asustan, pero sin dolor, a las 7 semanas con un embrión fuerte y con latido que aguantó hasta la semana 9. Como finalizó en legrado casi no tuve molestias físicas, pero sí un gran vacío.
- El tercero fue el ectópico, tratado con metotrextato, doloroso sólo al final pero eterno, con un expulsivo casi sin hemorragia ni dolor.
Éste ha sido con dolor y sangrado abundante tipo regla, aunque sin hemorragias a chorro.
Anoche empecé a notar pequeñas contracciones en la zona más baja de la pelvis, fueron en aumento, tomé analgésicos, pero seguía doliendo, tomé más analgésicos, me descompuse y tuve terribles cólicos durante media hora, me puse sudando, finalmente pasó este episodio y seguí con los dolores fuertecillos de regla y dolor de espalda. Pude dormir unas dos horas.
Esta mañana en la cita he podido ver al embrión, no entiendo cómo ha crecido tanto en una semana si la semana pasada ni se veía, he visto el fino cordón umbilical y una vesícula vitelina ya deformada.
Se podían apreciar desprendimientos de endometrio y el mismo saco embrionario ya estaba muy abajo, a las puertas.
Me han dicho que me tenían que ingresar para realizarme un legrado, la primera vez que me sugirieron esto hace casi 4 años accedí y punto, pero ya estoy mas informada (y curtida) y he dicho que prefiero barajar otras alternativas, entonces me ha dicho de ingresarme y darme tratamiento abortivo o si prefería, tomar dicho tratamiento en casa, 4 pastillitas via vaginal y revisión ecográfica en 4 días, suele ser doloroso pero rápido y eficaz.
La conducta expectante y me ha dicho que puede ser muy doloroso a nivel físico y emocional y desagradable al poder prolongarse en el tiempo más de lo deseado y agotador por no saber en qué momento se va a producir, al final me he decantado por tratamiento pero en casa, ahora mismo no puedo permitirme estar ingresada, ya os contaré el desagradable motivo.
El legrado suele ser efectivo y rápido con recuperación breve, no ves nada, se lo recomendaría a las primerizas, te limpian a conciencia, pero inevitablemente es un raspado o curetaje y pueden quedar adherencias, cicatrices y demás, de cara a un futuro embarazo, cuantos más legrados te realicen, más riesgos hay de que las paredes uterinas tengan zonas donde no sería viable que se implantase un embrión.
Como en esta ocasión el aborto parecía haber iniciado sólo, he preferido evitar el legrado y dejar esa opción sólo cuando no quede más remedio. Ya no me asusta ver un embrioncito, a todo se hace una.
Nada más salir del hospital he ido a cumplir con obligaciones la mar de inoportunas donde he vivido el aborto de una manera muy desagradable, en una notaría, rodeada de extraños, con fuertes dolores y abundante sangrado, intentando disimular el dolor y demás, sin opción de poder tomar nada para los dolores, si un aborto puede ser chungo, vivirlo así es infinitamente peor. He llegado a casa con una mezcla de pena y de rabia por no haberlo podido vivir en casa, tranquila y con analgésicos.
Ya no estoy embarazada.
Han finalizado las contracciones y el pequeñín ha salido con su bolsita rota, ahora descanso en casa con simples dolores fuertes de regla, cambiándome cada vez que lo preciso y mi diminuto embrioncito es ahora parte de la flor mas bonita de mi jardín.
Gracias por acompañarme.
- El primero al ser bioquímico ni me enteré, fue una regla molesta, cero expectativas respecto a un bebé, puesto que no dio tiempo.
- El segundo inició con una fuerte hemorragia de estas que asustan, pero sin dolor, a las 7 semanas con un embrión fuerte y con latido que aguantó hasta la semana 9. Como finalizó en legrado casi no tuve molestias físicas, pero sí un gran vacío.
- El tercero fue el ectópico, tratado con metotrextato, doloroso sólo al final pero eterno, con un expulsivo casi sin hemorragia ni dolor.
Éste ha sido con dolor y sangrado abundante tipo regla, aunque sin hemorragias a chorro.
Anoche empecé a notar pequeñas contracciones en la zona más baja de la pelvis, fueron en aumento, tomé analgésicos, pero seguía doliendo, tomé más analgésicos, me descompuse y tuve terribles cólicos durante media hora, me puse sudando, finalmente pasó este episodio y seguí con los dolores fuertecillos de regla y dolor de espalda. Pude dormir unas dos horas.
Esta mañana en la cita he podido ver al embrión, no entiendo cómo ha crecido tanto en una semana si la semana pasada ni se veía, he visto el fino cordón umbilical y una vesícula vitelina ya deformada.
Se podían apreciar desprendimientos de endometrio y el mismo saco embrionario ya estaba muy abajo, a las puertas.
Me han dicho que me tenían que ingresar para realizarme un legrado, la primera vez que me sugirieron esto hace casi 4 años accedí y punto, pero ya estoy mas informada (y curtida) y he dicho que prefiero barajar otras alternativas, entonces me ha dicho de ingresarme y darme tratamiento abortivo o si prefería, tomar dicho tratamiento en casa, 4 pastillitas via vaginal y revisión ecográfica en 4 días, suele ser doloroso pero rápido y eficaz.
La conducta expectante y me ha dicho que puede ser muy doloroso a nivel físico y emocional y desagradable al poder prolongarse en el tiempo más de lo deseado y agotador por no saber en qué momento se va a producir, al final me he decantado por tratamiento pero en casa, ahora mismo no puedo permitirme estar ingresada, ya os contaré el desagradable motivo.
El legrado suele ser efectivo y rápido con recuperación breve, no ves nada, se lo recomendaría a las primerizas, te limpian a conciencia, pero inevitablemente es un raspado o curetaje y pueden quedar adherencias, cicatrices y demás, de cara a un futuro embarazo, cuantos más legrados te realicen, más riesgos hay de que las paredes uterinas tengan zonas donde no sería viable que se implantase un embrión.
Como en esta ocasión el aborto parecía haber iniciado sólo, he preferido evitar el legrado y dejar esa opción sólo cuando no quede más remedio. Ya no me asusta ver un embrioncito, a todo se hace una.
Nada más salir del hospital he ido a cumplir con obligaciones la mar de inoportunas donde he vivido el aborto de una manera muy desagradable, en una notaría, rodeada de extraños, con fuertes dolores y abundante sangrado, intentando disimular el dolor y demás, sin opción de poder tomar nada para los dolores, si un aborto puede ser chungo, vivirlo así es infinitamente peor. He llegado a casa con una mezcla de pena y de rabia por no haberlo podido vivir en casa, tranquila y con analgésicos.
Ya no estoy embarazada.
Han finalizado las contracciones y el pequeñín ha salido con su bolsita rota, ahora descanso en casa con simples dolores fuertes de regla, cambiándome cada vez que lo preciso y mi diminuto embrioncito es ahora parte de la flor mas bonita de mi jardín.
Gracias por acompañarme.