Bebés y Casting

Me quedé a medias en mi anterior entrada ¿eh?.

Bueno, aunque de título he puesto Bebés y Casting, en realidad no fui a un casting ni apunté al niño a uno, mas bien fuimos directos a la Sesión de Fotos.

Preparados con nuestras ropas sin estampados y neutras, al fin dimos con el sitio.
Un apartamento de lujo en el corazón del Albayzin, en Granada.
No tengo fotos del sitio, papá Pirata no hizo ninguna, ni a nosotros en plena sesión (¡porras!).

Creo que es este, pero con los muebles en otro orden

Nos encontramos con un apartamento con
con una cocina de anuncio, como no, y unas cuantas personas esperando impacientes para su propia sesión. Había gente de todas las edades.

Acababan de terminar la sesión de una niña de unos 7 años, iba también muy neutra vestida, todos íbamos neutros, jajaja, eso parecía una secta, todos uniformados. ¿Hay algo mas neutro que el blanco roto? porque todos elegimos ese color.

Llegamos media hora tarde y fue un caos para ellos y para nosotros. (Eso me pasa por ir a que me maquillen...).
Ni me cambié ni nada, directa a la faena.

De pronto surge el primer problemita. Me dan un biberón que Piratilla tenía que beber...
Claro: bebé = biberón.

Pero mi niño se sale de esta ecuación, él no quiere biberón, ni leches (y nunca mejor dicho), él= teta.

Ojipláticos quedaron, yo creo que pensando, con la de fotos de niños que han mandando y hemos tenido que elegir justo al de la teta...

El caso es que yo me lo temía, una marca de lácteos, sesión de fotos de un bebé... jajaja.




A buscar soluciones... vamos a probar a ver...llenamos el biberón de leche, le puse la tapa interior para que no saliera leche y ante mi sorpresa mi nene pilló la tetina.
Anda, mira que bien, mientras, el fotógrafo iba haciendo fotos de prueba de iluminación, no tardó mucho, pero cuando quiso hacer las de verdad... Piratilla estaba mosqueado perdido, de aquella tetina infernal no salía nada de nada, así que me miró con cara de que me la metiera yo en la boca. Para una vez que no me la escupía...

Sonrío con cara de: tranquilos, pero por dentro estaba (me cago en la leche, jajaja).

A ver, como arreglamos esto..., sugiero quitar la tapa que impide que salga la leche cuando me dice el muchacho responsable con cara de susto, que no es la adaptada a su edad,  y yo tonta (y nerviosa) no caí, puñetas, es leche no cianuro, hubiera dado igual...

En fin, el fotógrafo y yo decidimos echar el agua en el biberón y él ya se las arreglará para transformar el agua en leche, igualito que Jesús, bueno, casi.

Funciona, pero el nene dice que ya coge el biberón él solo, igual que su vaso...
No puede ser, se lo tiene que dar la mamá, quítale la mano, dáselo tú, sonríe...FOTO, FOTO, FOTO, FLASH FLASH FLASH y.....¡¡¡manos del  bebé al bibi!!!, así un rato.

Después resulta que le van a hacer otra sesión a él donde yo saldré de fondo desenfocada.

Antes de esas sesión tuve que meterme en un baño y sacarme la teta, porque él ya estaba hambriento y con un careto de pocos amigos. (Me volví a acordar de lo bien que me hubiera venido no ir a que me maquillaran, esa hora perdida tan mal aprovechada...).

Pasamos a una habitación, con un tatami de colores, le dimos sus propios juguetes y FOTO,FOTO,FOTO, mami apártate el pelo, que el niño mire hacia arriba que se ve muy tierno (el niño dice que no le da la gana, jajaja). Se cae un foco atentando contra mi vida, pero no me da, el fotógrafo cambia de color, digo: no ha pasado nada... (¡¡¡qué susto por Dios!!!) y sigue con las fotos.
Al niño le gustan las fotos y posaba, (a mamá también le gustan) miraba fijamente a la cámara, se lanzó gateando a por ella, se lo estaba pasando en grande, a su bola y entonces yo también disfruté mucho.

El fotógrafo me enseñó las fotos en la pantalla de la cámara y la verdad es que algunas estaban bastante bien, lástima que Piratilla no mostró sus dientecillos al sonreir... porque está muy gracioso.

Y lástima que yo sí mostré los míos, con brackets y todo, así que tendrán que arreglar algo mas que lo del agua del biberón...

Damos por concluidas ambas sesiones, quisieran hacer mas, pero vamos con retraso y el peque tiene hambre, porque la menda decidió ir a que la maquillaran y ha llegado tarde... si, ya lo he dicho varias veces... pero la vergüenza y el cargo de conciencia no se me pasan...

Al salir nosotros llegaba una niña de 3 añitos peliroja, auténtica para esta marca, de verdad, me quedé prendada, no por guapa, que lo era, sino por llamativa, ideal, de verdad, niña de anuncio.

En fin, firmé dos documentos por duplicado cediendo derechos de imagen de esas fotos para ser utilizados por la marca, sin nigún debate moral interno, total, son fotos muy bonitas.
En mi copia de dichos documentos, leí que... además de dos lotes de productos valorados cada uno en 60€ nos regalaban una tarjeta regalo para el Corte Inglés valorada en 50€ para cada uno.
Eso no me lo esperaba, así que fue una grata sorpresa.
Y mas cuando al día siguiente me preguntan los productos que quiero que me manden a casa y me dicen que al ser dos sesiones son 240€ en productos. ¡La leche! jajaja, no me digáis que no está bien traída la expresión. Me veo repartiendo leche a toda la familia. ¡Qué ilusión!

En realidad lo que mas ilusión nos hace ahora a los papis es que publiquen las fotos algún día, pero de eso no creo ni que nos avisen, sólo sabemos que en principio son para uso exclusivo en internet, espero topármelas o que alguien me avise si las ve.


La verdad es que la marca se lo ha currado y la empresa de marketing que han contratado es excelente y... granadina, como no.


Al terminar nos fuimos a comer a un buen restaurante, para celebrar lo bien que lo estábamos pasando en Granada, un kitkat en la ajetreada vida laboral de papá Pirata. Piratilla se puso morado y admito que nosotros también.

La experiencia ha sido maravillosa, para romper un poco con la rutina de ama de casa, ha sido divertida, emocionante, los focos, el niño posando y riendo, el equipo técnico simpáticos a rabiar, jóvenes y agradables, ni una mirada de reproche por llegar tarde, todo amabilidad desde que les mandé la primera foto hasta el final.

Toda una aventura familiar, como cambia la vida un hijo, qué de experiencias nuevas que jamás imaginé vivir, una anécdota que contarle al niño cuando sea mayor y si sale en la publicidad... algún día podrá contar a sus hijos que él fue el rostro de la leche (......   ...... .)

Si me preguntáis mas de 10 personas por la marca os la digo, jajaja. Y si la marca me deja sortearé una cajita cuando lleguen, claro, tendré que preguntar a ver.