Una vida, un árbol

Hace muchos años leí una frase que me dejó huella:

" SI SUPIERA QUE EL MUNDO SE ACABA MAÑANA, YO, HOY TODAVÍA, PLANTARÍA UN ÁRBOL" de Martin Luther King
Esta cita para mí es fe en estado puro.

Mas tarde descubrí otra:
"Tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol" de José Marti, un poeta cubano.

Estas citas hicieron mella en mí, tanto que cuando decidí ser mamá empecé a escribir mi propio "libro virtual" (este blog y un nuevo diario, de los 30 que he escrito a lo largo de mi vida, diarios, me refiero). 

Así que en cierto modo, aunque no sea lo mismo, escribir, he escrito, jajaja.

Tuve un hijo.

Y árboles he plantado bastantes, desde niña.

Mas o menos ya tengo las 3 cosas.

Cuando nació mi pirata, en el mismo hospital me dieron su cartilla, papeles informativos y algo que llamó mucho mi atención: EL BOSQUE DE LA VIDA, un folleto informativo, donde se hablaba de un proyecto conjunto entre el hospital y una reserva natural, por cada nuevo bebé, un árbol. Y me apunté.

El proyecto es muy bonito. Lo empezaron hace años y ya se puede pasear por un jóven bosque. Cada año realizan dos plantaciones de pequeños arbolitos de menos de un año, ¿quien? pues los papás en nombre de su bebé. Un árbol al que hay que ir a cuidar, nada de plantarlo y olvidarse, que ví muchos secos porque los abandonaron. 

Como mi peque nació en Marzo nos tocó la plantación de primavera. 

Llegamos a la reserva, nos regalaron una bolsa de material reciclado, un diploma a nombre del niño, un cuento, folletos sobre las aves que habitan dicha reserva natural, una camiseta y un arbolito, elegimos un Álamo Negro. 

Nos ayudaron a plantarlo, hasta el agujero estaba hecho, Piratilla le echó tierra, le eché sustrato y todo que tenían preparado allí, mi marido echó un par de palazos de tierra, lo regué y le pusieron una placa con su nombre y la fecha de nacimiento del niño, que curiosamente casi coincide con la fecha en que plantaron la semilla, así que árbol y niño irán cumpliendo años a la par. A mí eso me encantó.

Esta reserva natural estuvo a punto de ser urbanizada, ya que está en un sitio impresionante, muy cerca del mar (1 minuto andando). Hay un sauce llorón centenario, humedales, charcas, cientos de aves residentes y otras migratorias, en Octubre se juntan miles. Algunas en grave peligro de extinción. Además de aves hay zorros, musarañas, tortugas y hasta jabalíes. 

Aún así lo querían arrasar. Costó sangre y sudor salvar aquel paraíso en medio de edificios y hoteles. Se encadenaron a los árboles y lucharon con uñas y dientes, lo que parecía en su momento una locura de ecologistas resultó ser un acto de lo mas cuerdo, la locura era querer acabar con aquello, para averiguarlo hay que ir y verlo con tus propios ojos.

Me pregunto cuantos casos así habrán acabado no tan bien...

Para que no vuelva a peligrar el lugar, han querido involucrar a la población mas jóven con este proyecto, desde bebés concienciarlos de que cada ser es un vida, igual que la suya, que un espacio así es beneficioso para todos y mejora hasta el aire que respiramos y nuestra salud, que allí crece su propio árbol, con su nombre. 

Lo idílico del proyecto es que un día, cada adulto pueda ir a leer un libro bajo la sombra de su árbol. 

Así que Piratilla ya tiene su árbol.

Hemos ido a regarlo un par de veces y en un mes ha cambiado bastante.

Día de la plantación

 

8 días mas tarde

3 semanas después

Os dejo un montón de fotos, ya que escribo poquito que por lo menos os entretengáis.

¿Qué os parece este tipo de proyectos? ¿hay algo similar en vuestra ciudad?