Prometí hablar de todos los cambios sufridos en este periodo y tenía pendiente hablar de los cambios emocionales.
El día del parto y el siguiente todo era felicidad, una explosión de energía inesperada (pero no me dejaron levantarme por la lesión medular..., maldita epidural...).
Después una vorágine de sensaciones, por un lado mas feliz por estar ya en casa y por otro lado muerta de dolor de cabeza y de espalda, así que esos primeros instantes en casa como que no los pude disfrutar 100%.
Superados los efectos secundarios de la epidural se me quedó solo la alegría en el cuerpo.
Meses mas tarde de nuevo una mezcla de sentimientos, por un lado cada día mas feliz con mi niño.
Por otro lado... que si problemas con la lactancia, frustración por por no tener "suficiente" leche para el peque, sentimiento de culpa, sacrificio para aumentar la teta, encierro en casa con niño y sacaleches a cada rato.
Y una vez superado esto... pues...
Secuelas:
ciática, fascitis plantar, dolor y mas dolor...
episiotomía.... puñetera episiotomía, me hizo imposible mantener relaciones, tirantez, dolor y nada, que de ninguna manera ni con lubricante, que no.
Pues bien, todo se ha solucionado, corrigiendo postura al dar de mamar, usando calzado casi plano, ejercicios para la espalda... todo, todo menos lo de la episiotomía, aquí se complica la cosa, porque ya no es el dolor, sino la parte emocional mucho mas aplastante que el dolor físico.
Casi medio año tras el parto nos ha sido imposible mantener relaciones ¿cómo se os queda el cuerpo?.
No, no es normal, mira, los dos primeros meses pensé, vale, me ha tocado, no pasa nada, pero ¿ahora?
Tal vez os parezca exagerado pero me siento mutilada física y emocionalmente, ya no soy yo y me aterra no volver a serlo, la vida de pareja ya no es igual.
De nuevo me siento culpable, dolorida y he llegado a tal punto de esquivar todo tipo de acercamiento por parte de mi marido, es frustrante entrar en situación y que me aterre el dolor, el no poder, mi cabeza no está en lo que tiene que estar y si, duele y mucho, no se puede, no sólo por el dolor porque soy tan bestia que hasta aguantarlo sería capaz, es que directamente: NO ENTRA. Estaba buscando la manera elegante de decirlo, pero es que es así, que no pasa y si insisto lo único que lograremos es hacer un desgarro...
Total, que el ginecólogo sólo me vio que habían cosido de mas la episiotomía, recomendándome usar aceite de rosa de mosqueta, masajear, usar lubricantes y al final... nada, que me haría cirugía correctora y listo.
Pero es que hace unas semanas descubrí algo horrible.
Por fin me atreví a mirar qué demonios pasaba, ví la cicatriz, muy mona, sin relieve ella y en tono blanco, vale, pero no es lo que ví... sino lo que no vi. Mi labio derecho, el labio menor ¿dónde está? NO ESTÁ.
Os aseguro que antes del parto estaba ahí porque me hice montones de veces el masaje perineal (irónicamente para evitar la episiotomía, mira por donde), siempre ha estado ahí, justo en frente de su gemelo el labio menor izquierdo.
Flipada me quedé, pero lo peor estaba aún por descubrir... ya asustada me dije, madre mía, donde está el labio, y al palpar en el interior no sé ni qué encontré... bultos, sí, bultos, dos, como algo mas grande que está partido en dos partes y mas dentro bultitos de menos tamaño, sólo la inspección ya me dolió y entendí ¿cómo demonios vamos a poder tener relaciones?.
Me puse a investigar y puede ser la cicatriz de los puntos internos que se haya . Jamás me molestaron para nada, pero ahí están, dando por saco ahora.
Me desgarré por dentro, no con el niño... que va, sino al expulsar la placenta que le dio por no salir y tuvo que venir la ginecóloca a sacármela de forma manual, hurgándome la entrañas sin poder hacer mas, porque la placenta tiene que salir y a la mía no le dio la gana ¿por qué? pues porque a lo mejor se pasaron con la epidural, que por mas que me ponían no me hacía efecto, claro, si me pincharon donde no era, qué efecto me iba a hacer, ninguno bueno...
Pues ahí tengo mi "maravilloso" descubrimiento.
Feliz, si, feliz como madre, pero inesperadamente desbaratada como mujer, rota es la palabra.
Tengo que ir al ginecólogo ya, pero ni valor tengo, ¿eso también se podrá "reparar"?, para verme bien el gine me tendrá que hacer un tacto de esos que tanto nos gustan...
Y lo peor ¿y si no tiene remedio?, ¿se acabó mi vida sexual?, ¿cómo se siente mi marido? os aseguro que cada día esto me hace sentir peor, pero a su vez no me siento con derecho a entristecerme porque tengo un niño que es lo mejor del mundo y sin duda... si esto tiene arreglo, quiero volver a ser madre, eso sí, a ver quien me pone a mí la epidural, vaya, va a ser peor que poner la primera banderilla a un miura de 600kg muy cabreado. Ya reviente de dolor, la epidural querid@ anestesista, se la pone usted a su padre.
Que si, que los hay muy profesionales, que un fallo lo tiene cualquiera, pero es que me pinchó 6 veces!!!! y le dije a la segunda que no me la pusiera porque me estaba haciendo bicarbonato, que me dolía mas la punción que las contracciones y ella dale a insistir....
¿conocéis algún caso similar? yo de verdad que es la primera vez que se de algo así....
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